viernes, 18 de enero de 2013

Ante la nueva oleada de ataques

Al regreso de las vacaciones de Navidad, las y los estudiantes de Somosaguas nos hemos encontrado con nuevos ataques a nuestros derechos: por un lado, la limitación del número de las impresiones, y por otro, el despido de los 19 trabajadores de mantenimiento. Esto supone un recorte más de los derechos y un ataque a la clase trabajadora impuestos por las autoridades académicas (Decanato y Rectorado respectivamente). 

Este año hemos tenido que hacer frente a una subida histórica de las tasas y las matrículas han pasado de los 700 euros a los 1.200 de media. Si tenemos en cuenta que el material obligatorio para superar una asignatura asciende a los 30 euros entre manuales y lecturas seleccionadas, señalamos que la limitación de impresiones para la entrega de trabajos y apuntes básicos significará una cuantía económica que sumar al ya desproporcionado precio que tenemos que pagar para acceder a universidad pública. Esta medida concreta, implantada de forma unilateral sin comunicación previa y aprovechando el periodo vacacional, supone un peligroso precedente en nuestra facultad en la destrucción de sus conquistas históricas. Alegando la mala utilización del servicio o el bajo presupuesto del que disponen, el decanato y el rectorado falsamente progresistas se ponen en consonancia con la argumentación gubernamental que disculpa los recortes de servicios y supone que de nuevo seamos nosotros, trabajadores y estudiantes, los que paguemos las consecuencias de la crisis capitalista. En este sentido, debemos denunciar el papel que están cumpliendo estas autoridades académicas como últimos responsables de la cadena de gestión a los que les toca aplicar el recorte, en beneficio último de las grandes empresas.

Desde los Colectivos de Jóvenes Comunistas venimos denunciando durante años todo el conjunto de medidas que, como esta, van destinadas a acabar con la educación pública tal y como la conocíamos, con el objetivo de que los capitalistas recuperen sus ganancias. Reduciendo en este caso un salario indirecto como es la educación (pues ésta es financiada con la riqueza que se obtiene en el proceso productivo gracias a las y los trabajadores) se nos conduce hacia una educación cada día más elitista hasta el punto de llegar a la expulsión de la mayoría de clase obrera de la universidad de aquí a unos años. 

Esta crisis la están pagando las trabajadoras de la limpieza (cuya situación será similar a los de mantenimiento en escasas semanas), las trabajadoras de reprografía (a las que se les plantea un ERE o incluso el cierre del servicio) o los trabajadores de mantenimiento despedidos porque la empresa ve reducidas sus ganancias debido a la crisis estructural del capitalismo. Cuando no se le puede dar salida a la anárquica y masiva producción estimada, la burguesía busca recuperar esta ganancia suprimiendo el peso del “Capital Variable”, en este caso las y los trabajadores. Fueron los grandes monopolios los que suprimieron por encima de sus posibilidades y ahora, como consecuencia más directa quieren enmendar su error despidiendo trabajadores, sobrecargando de trabajo por el mismo tiempo y el mismo salario al mismo número de personas (aumentando así la explotación), privatizando y mercantilizando la educación pública para que sirva de un nuevo mercado dónde los monopolios extraigan más beneficios para remontar su caída general por la crisis...

En este caso concreto, la expiración del acuerdo de la Universidad con la empresa que ejercía el servicio (en última instancia dependiente de la ACS de Florentino Pérez, muestra de entre quiénes se reparten las tartas de los servicios públicos) tiene la doble intención de recortar gastos para el funcionamiento de las instalaciones del campus por un lado, y hacer que esta siga funcionando de la misma manera con los mismos trabajadores por otra. Así se recorta en el servicio de la educación empeorando su calidad, suponiendo esto la pérdida del salario para estos trabajadores si la empresa no los recoloca, pero también la pérdida de un salario indirecto colectivo por parte de toda la clase obrera. Por otro lado, con el despido de los 19 trabajadores se sobrecarga el de unos 8 que vendrán puntualmente del Campus de Ciudad Universitaria, soportando la carga de que otrora realizaban sus compañeros. Cargar sobre 8 personas, a parte de sus obligaciones en Ciudad Universitaria, el trabajo de 19 se traduce en aumentar la explotación, o lo que es lo mismo, en aumentar el trabajo gratuito que estas personas realizan en el mismo tiempo y por el mismo salario. 

Son casos específicos pero extrapolables a la barbarie que vivimos en todos los sectores en todo el estado.


Para finalizar, desde los Colectivos de Jóvenes Comunistas, exigimos que se restituya íntegramente el derecho de impresión gratuita porque, aunque la asamblea de Somosaguas haya logrado (debido a una dinámica continuada y exitosa de lucha) un aumento de 500 copias por alumno, éste sigue siendo un parche y no podemos quedarnos únicamente en la reforma, al igual que no nos contentamos únicamente con los pequeños avances en otras materias, sino que buscamos la ejecución efectiva de los derechos para las mayorías estudiantiles y trabajadoras. Exigimos el derecho de impresión también para el estudiantado de Trabajo Social (que ya fue privado anteriormente de este derecho).
Por otro lado, exigimos que los 19 trabajadores de mantenimiento del Campus de Somosaguas recuperen su puesto de trabajo y que éste pase ahora bajo contratación de la Universidad garantizando ésta su estabilidad laboral y su salario. Entendemos que esta reivindicación es insuficiente por lo que llamamos a todos los trabajadores en lucha a que se organicen conformando los Comités para la Unidad Obrera. Esta lucha parcial es necesaria vencerla con formas de organización que aseguren la unidad del movimiento de trabajadores desde la base y esta victoria es necesaria obtenerla no para obtener una “mejores condiciones de explotación”, sino para avanzar en la acumulación de fuerzas para llevar a la construcción del Nuevo Poder político dirigido por la clase obrera. Sin este Nuevo Poder emanado de la clase obrera en alianza con los sectores populares cualquier reforma obtenida al calor de la lucha será sólo temporal y no podrá subvertir el orden de una sociedad injusta que se funda sobre la base de la explotación de empresarios y banqueros sobre la gran mayoría trabajadora. 

Manifestamos que pondremos todas nuestras energías en organizarnos con el conjunto del estudiantado y la clase trabajadora para dar las batallas que sean necesarias, por estos derechos y tantos otros, por una educación al servicio de estudiantes y trabajadores, y por la única sociedad que puede garantizarla: el socialismo. 


En cada centro de estudio: ¡Poner la Universidad al servicio de las hijas e hijos de la clase obrera!

En cada centro de trabajo: ¡Organizar los CUO y luchar por una nueva sociedad!

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